sábado, 19 de enero de 2008

Ejemplo...




Tras la muerte de su amada esposa, a la edad de 84 años. Santiago se fue a vivir con su hija y su nuero, los cuales tenían un hijo de 4 años de edad.

Santiago padecía ya los estragos de la edad a sus 86 años. Su vista era ya borrosa, su pulso era tembloroso y sus fuerzas flaqueaban...

Solían comer todos juntos en la misma mesa en el comedor. Todos observaban a Santiago, sus manos temblorosas y su vista enferma le hacían ardua la labor de alimentarse, derramaba la leche sobre la mesa y los guisantes caían al suelo desde su cuchara.

La hija y el esposo hablaron sobre el asunto:
"Tenemos que hacer algo con tu padre, siempre esta ensuciándolo todo, y no para de hacer molestos ruidos al comer".

Así el matrimonio decidió colocar una diminuta mesa en un rincón del comedor, ahí era donde el abuelo comía, mientras el resto de la familia disfrutaba la hora de la comida. Como el abuelo había roto un par de platos, decidieron servirle la comida en un cuenco de madera.

De vez en cuando miraban a la esquina donde estaba Santiago, podían ver una lágrima en sus ojos mientras estaba ahí. Sin embargo, las únicas palabras que la pareja le dirigía, eran fríos llamados de atención cada vez que dejaba caer el tenedor o la comida.

El niño observaba todo en silencio. Una tarde antes de la cena, el padre observó que su hijo jugaba con unos trozos de madera en el suelo.

Le pregunto dulcemente:
"¿Que estás haciendo?"

Con la misma dulzura e inocencia el niño le respondió:
"Ah, estoy haciendo un tazón para ti y otro para mamá para que cuando yo crezca, podáis comer en ellos."

Sonrió y continuó con su tarea.

Las palabras del niño golpearon con dureza el pobre corazón de su padre, quedandose sin palabras. Las lágrimas rodaron por sus mejillas, el ya sabía que tenía que hacer...

Esa tarde el esposo tomó gentilmente la mano del abuelo y lo guió de vuelta a la mesa de la familia. Por el resto de sus días ocupó un lugar en la mesa con ellos. Y por alguna razón, ni el esposo ni la esposa, parecían molestarse cada vez que el tenedor se caía, la leche se derramaba o se ensuciaba el mantel.

Y es que amigos. todo acto que nuestros niños observan, toda reacción nuestra. Queda en sus mentes como claro ejemplo a seguir en un futuro...

Ya sea para lo bueno, como para lo malo. Los niños son altamente perceptivos. Sus ojos observan, sus oídos siempre escuchan y sus mentes procesan los mensajes que absorben.

Tendríamos que tener en cuenta, que el comportamiento de nuestros hijos hay que modelarlo con ejemplos. Cosa que la televisión ni los videojuegos pueden realizar en la educción de nuestros chiquillos, y aun yo siendo joven , soltero e inexperto en lo que se refiere a la educación pedagógica. Se por experiencia, que donde este el calor de una familia, se pueden quitar lo demás.

Y haciendo algo de Off-Topic. Otra cosa que aprendido, es que mis amigos son mi segunda familia. Y en resumidas cuentas. tambien he aprendido que aún cuando me duela, no debo estar solo. Porque la gente olvidará lo que dijiste y lo que hiciste, pero nunca cómo los hicistes sentir.

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